Hace unas semanas me levanté pensando en lo que me dijo mi mamá cuando le pregunté cuál era el himno de los padres y me respondió que no había un himno para ellos, que solo conocía el himno de las madres. No dejaba de pensar que eso era muy injusto ¿Cómo era que no teníamos un himno para papá? Él también se lo merecía. Por eso, le pedí a mi hermanita Yaki que me ayudara a redactarlo, para darle una linda sorpresa en su día. Si no había un himno para todos los padres, por lo menos, nos encargaríamos de que nuestro papá tuviera el suyo.
Nos fuimos a organizar nuestro proyecto lejos de casa, debajo del gran árbol que había sido testigo de todos nuestros grandes planes. Teníamos lo necesario para escribir: lápiz, cuaderno, borrador y un propósito muy claro; pero, nos faltaba una sola cosa ¿Cómo lo íbamos a hacer? No teníamos una idea de por dónde comenzar. Yaki ya se estaba desesperando porque todo lo que se nos ocurría terminaba por no ser realmente bueno para ayudarnos a realizar lo que queríamos. Hasta que pude respirar con tranquilidad cuando la escuché decirme:
– Eso sí me gustó – Osvi – creo que ahora has tenido una idea genial !Manos a la obra!
Ambos nos dispusimos a ejecutar nuestro plan, que consistía en trabajar nuestro escrito con el mismo proceso que nos ponía nuestra profesora de español. Primero, elaboraríamos una lista con todas las cosas que pudiéramos identificar que resaltan en los padres y, luego, con esa lista reescribiríamos el himno de las madres, pero pensado en los padres. De esa manera, ya tendría su música y todos estaríamos felices de que también a papá se le reconociera su valía.
Fueron días de arduo trabajo en los que Yaki y yo inventamos sin descanso, buscando escribir las estrofas que pudieran expresar todo lo que había que reconocer en un gran papá, como era el que nosotros teníamos la dicha de disfrutar.
En el proceso, nos olvidamos por completo del himno a las madres; porque, desde que hicimos la lista de cualidades al pensar en los papás, y en todo lo que podíamos decir de lo que nos gustaba de ellos, notamos que no necesitábamos tener ninguna otra cosa pendiente que el recuerdo de los lindos momentos vividos al lado de nuestro papito adorado.
Trabajamos incontables borradores. Cuando ya teníamos las estrofas con las que nos sentíamos satisfechos, decidimos editarlo; es decir, pasarlo en limpio. Para estar seguros que lo habíamos hecho bien, nos dirigimos a donde nuestra maestra para que nos revisara la versión final que pensábamos publicar, cantando a todo pulmón, el día de los padres. Estas fueron las estrofas que leyó la maestra con mucha emoción, sin dejar de aplaudir por la satisfacción que sentía de que sus dos alumnos hubieran hecho un trabajo de redacción tan original y bonito y con una intención tan buena, como la que nos había llevado a escribir esas preciosas y emotivas líneas.
Así escuchamos a nuestra maestra leer en voz alta lo que redactamos:
Himno a los padres
(canción)
Que oigan los papitos
de cualquier rinconcito
lo que queremos cantarles
por ser nuestros padres favoritos.
Resaltemos de los papis
su cariño y su amor
su trabajo incansable
desde que sale el sol.
Nada se compara
a su forma de amar,
con todo lo que nos regalan
cubriendo lo que podamos necesitar.
De ellos aprendemos
a proteger a quienes amamos,
a ser responsables y honestos,
presentes, fuertes y solidarios.
Bajo sus grandes brazos
sentimos protección,
y en su sonrisa y sus ojos,
se refleja solo amor.
Aunque a veces nos hablen
un poquitito fuerte,
sabemos que nos corrijen
porque nos aman, nos quieren.
Papitos del mundo
reciban el abrazo
de cada hijo que ustedes
con constancia y cariño han guiado.
Que linda es la vida
si están presentes los padres
y junto a nuestras adorables madres
hacen del hogar, un lugar inolvidable.
Fin
– ¡Pero qué belleza! – dijo la maestra, con una sonrisa en sus labios y una mirada de total aprobación – Díganme, ¿Cómo piensan cantarlo?
– Osvi se pondrá un peludo bigote, imitando a papá – dijo Yaqui entre carcajadas.
– Así es, maestra, planeo también ponerme gelatina en el pelo y corbata, para lucir muy limpio y arreglado como siempre se va mi papi para su trabajo.
La maestra les dio la idea de preparar un escenario con todas las cosas que suelen usar los papás: espuma para afeitar, una caja de herramientas, el maletín de trabajo, un reloj de muñeca, grandes zapatos, corbata, correa, la gorra de su equipo favorito, una foto familiar en la billetera, los lentes de leer y su taza de café junto al periódico.
Osvi y Yaki brincaron de la emoción, imaginando el momento de compartir su canción. Abrazaron a la maestra y corrieron a terminar de organizar su sorpresa.
Y, colorín, colorado, ese día de los padres Osvi y Yaki tenían todo preparado. Después del picnic en familia que su madre había organizado, pusieron un pañuelo alrededor de los ojos de su papito adorado. Con absoluta emoción, lo llevaron, en complicidad con su mami, a escuchar su novedosa canción, debajo del gran árbol que habían decorado como escenario privado. Al terminar de escuchar la sorpresa que le habían preparado, secaron las lagrimitas que a los ojos de su papito ya se estaban asomando, y le dijeron, para terminar, con el más lindo coro que te puedas imaginar: “TE AMAMOS, QUERIDO PAPÁ”
FIN
La imagen fue tomada de:Regalo Vectores por Vecteezy