(1 de julio de 2019)
Hoy he confirmado que mientras más abiertos podamos tener nuestros pensamientos seremos más receptivos y felices. Aprendí que a nuestro alrededor pueden estar ocurriendo cosas, con nuestros amigos, que requieran de una pequeña intervención de nuestra parte para ayudarles a superar situaciones que les están afectando.
Mi corazón se sintió triste al ver la pared de limitaciones que estaba fabricando Ojal. Sin él darse cuenta se estaba quedando encerrado y solo. Fui testigo de su aprendizaje cuando pudo entender que la amistad es como el sancocho o la sopa, que da para todos si tenemos la astucia de agregarle agua y, en su caso, solo tuvo que agregar cariño y aceptación y todos quedaron satisfechos con la amistad que les brindó.
Ahora sabe que puede ir agregando amigos de todos los colores, formas y tamaños, sin tener la angustia de que se le agotará el amor. Al contrario, ha notado que mientras más amigos agrega, más experto en hacer amigos se hace y mejores relaciones con ellos puede tener.
Me sentí tranquila al ver que entre mi amigo don Hilo y yo pudimos ayudar a Ojal a ser un poco más flexible al aceptar realizar algunos cambios en su vida que le permitan llevarse mejor con los que le rodean y disfrutar de la diversidad. Cuando soy testigo de este tipo de crecimiento y transformación personal me lleno de alegría, porque son pequeños detalles que me confirman que debemos ir por la vida pendientes de nosotros, pero sin olvidar dar una mirada sensible a aquellos que tenemos a nuestro alrededor.
Me voy a descansar en la tranquilidad de que hoy pude ser de utilidad para mejorar la vida de Ojal, para que pudiera dejar atrás sus prejuicios. Como sé que todos podemos ser criaturas de luz, usé mi luz para iluminar la oscuridad en la que se estaba sumergiendo Ojal. Eso me llena de paz y satisfacción.
Apostando siempre al amor y la aceptación,
Doña Aguja,
Estela, el diario de la Señora Puntada
La imagen fue tomada de: Diversidad Vectores por Vecteezy