“Navidad, tiempo para reparar nuestro interior, encendiendo las luces del amor y el perdón”
Nuestros corazones se preparan para activar la energía con la luz que trae la reflexión, que nos conduce a la paz interior.
Apartamos el tiempo para conectar con nuestro creador, con nuestra fuente de energía, Nuestro Padre Celestial.
Vivimos la experiencia de que renazca en nosotros el amor y la esperanza, buscando a quien extender nuestra mano solidaria.
Iniciamos un camino a nuestro interior: buscando, meditando, reparando, agradeciendo, soñando.
Damos gracias por todo y pedimos con humildad mucha luz, para iluminar los caminos que decidamos emprender.
A flor de piel está la alegría, compartida en encuentros espirituales, reuniones familiares, y en un rato agradable junto a nuestras amistades.
Despedimos un año, guardando lo aprendido de las experiencias vividas, y damos la bienvenida a otro año, rebosantes de sueños y esperanzas.