Todo está obscuro,
se siente la calma,
desde mi ventana disfruto
la noche que me llama.
Los grillos me dicen:
«estamos de fiesta,
canta con nosotros
por esta noche tan bella».
Tiritan nerviosas,
las estrellitas,
quieren el abrigo
de su cunita.
Mamá Luna se acerca,
y las motiva,
a jugar entre todas
a las escondidas.
Se apagan y prenden
las estrellitas,
pestañeando ansiosas
de no ser sorprendidas.
Mamá Luna se asoma,
y discreta se oculta,
aprovechando una nube
que la disimula.
En eso se pasan
la noche entera,
cosa que me encanta
y me desvela.
El juego se detiene,
ya viene el Señor Sol,
a iluminarlo todo
con su ardor.
Mamá Luna y sus niñas,
las estrellitas,
seguirán jugando
a las escondidas.
Aprovechan la luz,
del Señor Sol,
y se ocultan detrás
de su resplandor.
Si quieres disfrutarlo
una vez más,
espera que el Sr. Sol se oculte,
y ahí ellas estarán.
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