(5 de julio 2020)
Qué bueno es ver que las personas defienden sus ideas, que son leales a sus creencias y convicciones, que no se doblegan ante la injusticia y ante el incumplimiento de las promesas.
Es satisfactorio ver lo fuerte que podemos ser unidos, cuando luchamos hombro con hombro por un mismo propósito. Fui testigo de la forma en la que una diminuta personita, el duende Tinta, pudo motivar la participación de todos los miembros del reino de los cuentos y, apelando a la unión, logró evitar que una catástrofe se apoderara del bienestar común. Fue capaz de anteponer su propia seguridad pensando en la seguridad de todos.
Cuando se unen nuestras fuerzas, en franco rechazo al oportunismo y en absoluta defensa de la democracia, somos todos vencedores y la sociedad se corona con el mejor trofeo, un ambiente de bienestar que solo es posible si todos estamos en paz, con nuestras necesidades cubiertas.
Con la ayuda de don Hilo pude colaborar con el duende Tinta para hacer el mensaje que devolvió la tranquilidad a los habitantes de aquel reino. Bordamos con el mayor optimismo: “VOLUNTAD EXPRESADA, NORMAS RESPETADAS, PAZ RETORNADA”. Fue muy satisfactorio ver que los ciudadanos del reino de los cuentos hicieron valer sus derechos y lucharon en unión hasta conseguir que retornara la tranquilidad.
Estoy feliz por ellos y prometí que con frecuencia visitaría sus atractivas ciudades cada vez que me sumergiera en el mundo imaginario que ofrece la lectura de cada uno sus cuentos.
Siempre en defensa de los derechos del pueblo,
Doña Aguja,
Estela, diario de la Señora Puntada