Cabecita, cabecita,
piensa, piensa y adivina…
Es una palabra mágica
que dices con humildad
ante aquello que recibes
por reconocer en esa acción “bondad”.
Te sientes favorecido
aunque no recibas más,
por el hecho de haber nacido
y ser parte del Plan Divino.
Cabecita, cabecita,
¿Ya comprendiste las pistas?
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La imagen fue toma de:Pensando Vectores por Vecteezy