Hola! mi nombre es María Cristina

Soy María Cristina Espinal López. Me convierto en lectura es un sueňo hecho realidad. Surge de mi pasión por la expresión escrita en sus múltiples variantes con el propósito de compartir mis ideas y pensamientos con padres, profesores, psicólogos y toda aquella persona que tiene contacto con los niňos; pues muchos de mis escritos están dirigidos a ellos, pero también escribo para el público en general que guste de leer las tipologías textuales que produzco.

Me gusta escribir, me gusta compartir mis escritos y hacerlo de forma impresa limita mis horizontes. Este es un medio ideal para llegar a aquellos que están mucho más lejos.

Para elegir el nombre de esta página medité en el hecho de que somos lectura desde el momento mismo en que estamos frente a otros. Los demás leen en nosotros el mensaje que transmitimos no solo cuando lo escribimos, sino también al hablar, al caminar, al relacionarnos con quienes nos rodean. Somos también lectura cuando tomamos postura frente a la vida y la diversidad de caminos que esta nos ofrece transitar, pues como acción previa a esa elección de la que ninguno estamos exentos, hemos tenido que ser lectura de las circunstancias en la que en ese momento estábamos y comprensión de cómo esas circunstancias influenciaban en el mensaje que asumíamos al leer esa realidad en particular. Esa postura está directamente relacionada con las lecturas que hayamos hecho de quienes nos rodean y de autores que han sembrado diversidad de semillitas en nuestros razonamientos.

Me convierto en lectura surge buscando un nombre que tuviera relación con mis planes, pero al mismo tiempo que tuviera relación conmigo como autora de todo cuanto se publique en este espacio. Es por esto que elegí las iniciales de mi propio nombre MCEL con un sentido doble.

UN ACRÓSTICO SOBRE MI.

 

Mi vida inicia a finales del aňo 1971, un 6 de noviembre, en el municipio de San José de las Matas, ubicado en las montanas de la Cordillera Central y perteneciente a la provincia de Santiago, Rep. Dom.

Ahí viví por casi tres décadas, luego, buscando desarrollarme a nivel profesional apoyé la decisión de mis hermanas de mudarnos a la ciudad de Santiago, donde resido desde inicios del año 2,000.

Recibí un premio en mi niňez, por una poesía al árbol que realmente terminó escribiendo mi madre cuando intentaba enseňarme cómo se hacía, lo que motivó mi deseo de también escribir, porque me avergonzaba el hecho de haber sido premiada sin tener las condiciones para merecerlo.

Inicié mi vida laboral a los 16 aňos como docente del Nivel Inicial y Básico en un colegio de mi pueblo natal, San José de las Matas. Luego me integré como docente en los niveles Básico y Medio en otro colegio de la ciudad de Santiago. Más adelante seguí unida al ámbito educativo pero como acompaňante de docentes de escuelas públicas y en la actualidad trabajo en el decanato de Postgrado de un centro de educación superior de la ciudad de Santiago.

Al estar ejerciendo como docente quise prepararme en esta área, graduándome de Lic.en Ciencias de la Educación, Mención Educación Básica y posteriormente, como Magíster en Lingüística Aplicada a la Enseňanza del Espaňol. Aunque, antes de todo esto, en mis intentos de no saber si realmente la educación era lo que me apasionaba, estudié a nivel técnico Contabilidad Computarizada, pero nunca ejercí en esta área.

Creo en Dios, en su permanente presencia en nuestras vidas. Por eso, en los tiempos en que era muy joven trabajé con otros jóvenes en grupos de formación y reflexión, pues entiendo que el tiempo invertido en la niňez y en la juventud es garantía de una mejor vida adulta y de futuros hogares mucho más estables.  

Religiosa ferviente no puedo decir que soy en la actualidad, pero sí espiritual. Estoy convencida de que somos autores de nuestra propia historia y de que tenemos una gran responsabilidad de lo que quede asentado en el libro de la vida, no solo pensando en los lectores que leen de forma inmediata lo que hacemos, sino pensando en que en un momento que todos tenemos seguro, pero que no sabemos dónde ni cuándo será, habrá un experimentado lector que analizará con detenimiento nuestro contenido. Ojalá nuestra obra sea digna de ser publicada en un escenario de luz.

Inculcaron en mi crianza el respeto a los demás y a mí misma. Mis padres y abuelos fueron ejemplo de trabajo y honestidad. Agradezco la crianza en valores que recibí y el calor de hogar y seguimiento que siempre tuvimos de ellos.

Soy la décima en una familia de doce hermanos. El crecer en un hogar tan poblado hace que desarrolles muchas competencias que ni te das cuenta que tienes: te hace saber negociar con el otro para llegar amigablemente a consenso, te hace ser fuerte, para poder ser escuchado entre tantas opiniones, te hace tener muchos referentes de todos los que son mayores que tú y cuidar del ejemplo que le das a los que vienen creciendo detrás de ti, te hace amar la companía y sentir que en tu casa tienes sencillamente todo lo que necesitas: amistad, protección y por qué no, también sana discusión y, sobre todo, te hace sensible ante lo que le pasa a los otros, siendo menos egoísta al saber que tú no estás solo.

Tengo treinta sobrinos, pero no tengo hijos. Mis sobrinos son como mis hijos de carne y hueso y mis producciones son mis hijos de tinta y papel, así lo siento.

Intento aportar, a través de lo que escribo, mi granito de arena en la construcción de una educación en valores. Dejando un mensaje positivo, en las formas variadas en que pueda expresarlo, a aquellos que se motiven a leerme.

No le hagas a otro lo que no te gusta que te hagan a ti, esta frase la tiene como Norte mi madre y me ha servido para mis relaciones con los demás. Ciertamente la paz, que es de lo que me gusta estar rodeada, llega con el respeto al derecho de los demás.

Aprecio rodearme de gente sincera, sencilla, respetuosa y jocosa. Tengo amigos de antaño que estimo de verdad, aunque no solemos juntarnos con frecuencia sé que ellos están siempre ahí si los necesito y ellos por igual saben que siempre podrán contar conmigo.

Es evidente que escribir es uno de mis pasatiempos favoritos, pero no el único. También disfruto leer, pasar tiempo con mis familiares, tomar fotos, planear encuentros especiales, viajar, escuchar música, ir de compras, sembrar flores, ayudar a los que me necesiten y ver películas.

Soy tímida y aunque parezca contradictorio soy parlanchina, pero ya en un clima de más confianza.

Puedo decir que soy sencilla. Me encanta la belleza y el orden, no obstante no siempre estoy pendiente de mi físico, pero sí me preocupo de cuidar la apariencia de mis escritos.

Invento cuentos porque en mi niňez quedé cautivada por ellos, ya que me obsequiaron un libro de cuentos, preciosamente ilustrado, que me invitaba a leer y adentrarme en esos mundos de fantasía. Todavía al día de hoy me deleitan los cuentos y me hacen volver a la niňez al revivir variadas emociones. Por lo que sé que dejando correr mi imaginanción puedo conectar con los pequeňos y a través de mis historias puedo hacerles llegar uno que otro mensaje que los ayude en sus vidas a fortalecer las cualidades bonitas que debemos desarrollar como seres humanos, a cultivarnos en los valores que tanta faltan hacen en la sociedad de hoy día.

 

Nadie puede cuestionar la magia que tiene la palabra cuando es usada con una determinada intención, sea esta buena o mala. Por eso, reconozco que es un arma de doble filo, que puede servir para unir, iluminar, aconsejar, divertir, persuadir, instruir; pero también para daňar y coartar. En consecuencia, me comprometo a hacer un uso constructivo de ella en la medida que me lo permitan mi nivel de conciencia y mis posibilidades.

Al escribir, gozamos del privilegio y de las ventajas que nos otorga esta forma de comunicarnos ante la inmediatez de la expresión oral; y es el que nuestros receptores reciban un mensaje meditado, cuidado, revisado. Por eso me gusta comunicarme por escrito, porque siento que uno puede ser más responsable de lo que expresa; ya que publicamos lo que hemos revisado y hemos aceptado como apropiado para que otros lean.

Leer es un privilegio que no todos tienen la dicha de dominar. Debemos ejercitarnos en esta habilidad, en la de comprender lo que leeemos, pues la lectura nos va abriendo camino hacia la luz, alejándonos de la obscuridad de la ignorancia. A más claridad de pensamiento, más abarcadora será nuestra mirada de lo que acontece a nuestro alrededor, menos probabilidad tendrán aquellos que buscan frustar nuestro avance de lograr el éxito que nos hemos propuesto alcanzar. Por eso, quiero apoyar la lectura desde la niňez, una lectura por placer, que contribuya a desarrollar el hábito de integrarla como una actividad necesaria y cotidiana.

Los personajes que pueda crear, así como los textos en los que aparezcan, me permitirán tratar una diversidad de temas. Intentaré incluir, en la medida de mis posibilidades, actividades de comprensión y ejercicios que puedan realizarse con este material si deciden abordarlo con fines didácticos.

Otro elemento que intento agregar en mis escritos, específicamente conectado a los cuentos que publique, es relacionar su contenido con otras tipologías textuales, cuidando que éstas respondan a las tipologías textuales que deban trabajarse en los grados del primer ciclo de la Educación Primaria de Rep. Dom.

Pretendo hacerlo por grado, dando algunas ideas de cosas que pueden hacer los padres y docentes si deciden trabajar alguna necesidad en los niňos partiendo de la lectura de uno de mis cuentos.

En mayo del 2019 se hizo la puesta en circulación de mi primer libro de cuentos infantiles, el libro: Seis gotitas de imaginación. Fue un sueňo hecho realidad y el primer paso formal para conectar con otros a través de lo que escribo. La apertura de esta página es el segundo paso y estoy feliz de poder verlo  materializado.

Zarpar en el mar de la expresión escrita y zambullirme en este nuevo proyecto, mi propia página de escritura, me hará poner un poquito de mí en ti, apreciado lector, espero llenar tus expectativas.

Seis gotitas de imaginación

A través de los personajes de los seis cuentos publicados en este libro, los gotilectores, como he decidido llamar a quienes se animen a leer cada historia contenida en estas gotitas, podrán sentir la alegría que nos invade al ver materializar nuestros sueños, notarán la importancia de autogestionar la solución de los problemas que nos aquejan; reconocerán los beneficios que nos aporta la higiene personal, harán suya la necesidad de sumarse a ser defensores de la naturaleza; experimentarán las ventajas de fortalecer nuestra autoestima, así como el placer que nos proporciona el decidir ser custodios de la libertad de las aves.